En la UCR dan por hecho el regreso de Cobos y la alianza con Carrió

Con el triunfo del Frente Cívico de Catamarca, que fue a celebrar a esa provincia como uno más, el jefe de la UCR, Gerardo Morales, coronó un fin de semana pletórico de noticias favorables. 

El raid político del senador comenzó en Buenos Aires, donde el viernes terminó de asegurarse los votos para que la Convención Nacional apruebe el 4 de abril, en la reunión de Mar del Plata, la alianza electoral que viene tejiendo con la Coalición Cívica de Elisa Carrió.

Continuó al día siguiente con su incursión en la Fiesta de la Vendimia mendocina, donde aprovechó para acercar posiciones entre radicales orgánicos y cobistas, sentando las bases para el armado de listas conjuntas en la provincia del vicepresidente. 

Se prolongó en una larga conversación telefónica con Julio Cobos, el domingo al mediodía, desde La Rioja, donde el jefe de la UCR recaló a la espera de los resultados en Catamarca (ver "Llamada clave..."). 

Los frutos de ese intercambio maduraron antes de que pudieran celebrar el primer campanazo electoral del año: Morales le adelantó a Cobos que abandonará su resistencia para que reingrese al partido. Y que llevará a la Convención la propuesta de levantarle la expulsión "de por vida" que le aplicó el Tribunal de Etica en setiembre de 2007, un mes antes de su consagración como integrante de la fórmula kirchnerista.

Los detalles que faltan definir son los procedimientos para construir los puentes del regreso definitivo de Cobos. Las alternativas son dos: una medida general de "perdón" a los dirigentes sancionados por emigrar a otras fuerzas, ó dejar que la tomen las autoridades que surjan de la inminente normalización del comité de Mendoza.

Uno de los que más presión hizo por el retorno del vicepresidente, tras la súbita popularidad que ganó por su voto contrario a las retenciones móviles, fue el ex presidente Raúl Alfonsín. El prócer partidario recibió en su lecho de enfermo a Morales y a Cobos, por separado, para recomendarles una fórmula conciliatoria.

Al vicepresidente lo sedujo la sugerencia de Alfonsín, que consiste en aceptar la reafiliación y tomarse una licencia automática, para que su cargo institucional no entre en colisión con el perfil ultra opositor del armado entre la UCR y la tropa de Carrió.

Con el reingreso de Cobos, el acuerdo con Lilita, más el acercamiento de otro ex radical, Ricardo López Murphy, la UCR buscaría capitalizar la postal de un virtual "panradicalismo". A esa foto le sumarían el acuerdo en algunos distritos con el socialismo, considerado un primo ideológico, por compartir la adhesión a la socialdemocracia internacional.

Esa traducción del acuerdo es resistida por la Coalición Cívica, que pretende ahora bautizar el frente electoral con su propia sigla, CC, y propone designarlo "Consenso Ciudadadano".

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